martes, 29 de abril de 2014

¡SABEMOS RECICLAR!
Dada la gran importancia que tiene el reciclaje, en la clase de 2 años B nos hemos puesto manos a la obra, ya que es ahora, desde pequeños, cuando debemos empezar a adquirir la responsabilidad de cuidar y proteger el medio ambiente.
Sabías que: "Actualmente, España es uno de los países europeos que más recicla, sólo un 6% de la población española reconoce no reciclar absolutamente nada".
Por ello, nosotros desde el cole aportamos nuestro granito de arena al gran tanto por ciento que colabora con esta labor:
Reciclamos cartón en el contenedor azul.
 
Reciclamos plástico en el contenedor amarillo.
También hemos aprendido que el vidrio se recicla en el contenedor verde, pero como todos sabemos, todavía no podemos tener vidrio para reciclar a nuestro alcance.
 
Por último, os dejamos un cuento muy divertido para aprender a reciclar. 

Erase una vez, unos contenedores de basura de distintos colores: amarillo, verde y azul.
En ellos se echaba la basura clasificada en función del color de cada cubeto. 
Los contenedores se llamaban: Vistris, que era el que se encargaba de almacenar el vidrio para reciclar y era verde; Papelico, que era el encargado del papel para reciclar y era azul; y Plastiki, que era el contenedor de plásticos para reciclar y que era amarillo. 
Cuando alguien no metía la basura en su sitio, como los contenedores eran muy amigos entre ellos, se pasaban de uno a otro la basura al que le correspondía. Así, siempre estaba la basura clasificada correctamente para que pudiera reciclarse y cuidar el medio ambiente.
El camión de la basura les vaciaba, y ellos se ponían muy contentos de ver como cada tipo de residuo iba a su cubo de basura correspondiente. 
 
Pero al cabo de unos días, los contenedores se cansaron de ordenar la basura porque era mucho trabajo para ellos, ya que no solían moverse mucho y acababan casi sin fuerzas.
Poco a poco, Papelico, que era el más joven de todos, empezó a encontrarse mal. Escupía la basura que no eran papeles a la calle, porque no podía guardarla de lo cansado que estaba. Lloraba mucho.
Posteriormente a esto, Plastiki también tuvo los mismos síntomas y empezó a escupir todo lo que no eran plásticos, y después Vistris empezó a hacer lo mismo.
Un niño llamado Juan, que pasaba por la calle, se dió cuenta de toda la basura que había tirada al lado de los cubos de basura y muy responsablemente colocó cada basura en el cubo de su color correspond
iente.
Juan avisó a sus padres, fueron ellos los que entendieron que a mucha gente no le importa el medio ambiente. Pero le dijeron a Juan: “Has hecho muy bien clasificando la basura. Si todo el mundo fuera como tú, nuestro planeta sería un mundo mejor, y la naturaleza nos lo agradecería.”


Rosana García
Tutora de 2 años B 

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