viernes, 30 de octubre de 2009

"A Halloween story"

One very spooky Halloween a little
boy and his friends went out for
a fun night of trick-or-treating.
Little did they know, it would be
a night they would not soon forget!!!


Un Halloween muy espeluznante, un niño pequeño y sus amigos salieron a una divertida noche de trick-or-treating.
Poco sabían, que sería una noche que no olvidarían pronto!!!


At first everything was great. They were getting lots
of candy as they went from house to house.
They passed other trick-or-treaters along the way.
They saw funny costumes and scary costumes. They
were having a really fun time. But then...

Al principio todo era grande. Obtenían muchos dulces yendo de casa en casa.
Pasaron otros trick-or-treaters a lo largo del camino.
Vieron divertidos disfraces y trajes de miedo. Ellos estaban teniendo un momento realmente divertido. Pero, entonces...
they saw a house. A house they hadn't been to before.
It was a very spooky looking house. Being young and
brave, they decided to go up to the door and knock.
After all, scary houses might have the best candy!
As they walked up the long winding path they saw...
ellos vieron una casa. Una casa que no habían estado antes.
Era una casa de aspecto muy espeluznante. Siendo jóvenes y
valientes, decidieron ir a la puerta y llamar.
Después de todo, ¡las casas de miedo podrían tener mejores caramelos!
Anduvieron el largo sinuoso camino y vieron…

They saw things that chilled them to the bone! They heard sounds that frightened them. Maybe they should turn back. But the little boy, being very brave, just had to see what was in that house. So on they went. Not deterred by the things they heard or saw. As they slowly worked their way up to the door...

¡Vieron las cosas que les helaron los huesos! Escucharon sonidos que les asusto.
Tal vez debían volver. Pero el pequeño niño, siendo muy valiente, tenía que ver lo que había en esa casa. Así que ellos fueron. No disuadido por las cosas que había oído o visto. Lentamente realizaron su camino hasta la puerta...

They imagined what might be inside.
Maybe a witch or a maybe a ghost.
But they weren't prepared for what came to the door...


Imaginaban lo que podría haber dentro.
Tal vez un bruja o quizá un fantasma.
Pero no estaban preparados para lo que llegó a la puerta...

After knocking several times, the door slowly creaked open.
And to their frightened surprise a monster was coming out to greet them

They were so scared they couldn't move! What were they to do?

Después de golpear varias veces, la puerta lentamente, crujiendo, se abrió.
Y para su sorpresa, asustados, estaba llegando un monstruo para saludarles.
¡Estaban tan asustados que no se podían mover! ¿Qué hicieron ellos?

Then the little boy had an idea. He said... And the big scary monster, much to the kids surprise, reached inside and brought out a huge bowl of the best kinds of candy they had seen all night. Wow, the kids thought, this is great! It turned out that the house was decorated for halloween, and the big scary monster just had on a costume like the kids did. Since they were the only kids brave enough to go to the haunted house, they got to take as much candy as they wanted. What a way to end a great night of Halloween fun.
A continuación, el pequeño niño tuvo una idea. Dijo... Trick or Treat
Y el gran monstruo, para sorpresa de los niños, alcanzó dentro y sacó un enorme tazón de los mejores tipos de caramelo que habían visto en toda la noche. ¡Oh, los niños pensaron, esto es genial! Resultó que la casa fue decorada para Halloween, y el gran monstruo sólo era un traje como el de los niños. Ya que sólo los niños fueron lo suficientemente valientes para ir a la casa embrujada, llegaron a tener tantos dulces como querían. Qué manera de poner fin a una gran noche divertida de Halloween.
Fuente: halloween.cgcreations.org
Traducción: Mª José López

jueves, 22 de octubre de 2009

El Bosque encantado

Había una vez, un bosque bellísimo, con muchos árboles y flores de todos colores que alegraban la vista a todos los chicos que pasaban por ahí. Todas las tardes, los animalitos del bosque se reunían para jugar.
Los conejos, hacían una carrera entre ellos para ver quién llegaba a la meta. Las hormiguitas hacían una enorme fila para ir a su hormiguero. Los coloridos pájaros y las brillantes mariposas se posaban en los arbustos. Todo era paz y tranquilidad.

Hasta que... Un día, los animalitos escucharon ruidos, pasos extraños y se asustaron muchísimo, porque la tierra empezaba a temblar.


De pronto, en el bosque apareció un brujo muy feo y malo, encorvado y viejo, que vivía en una casa abandonada, era muy solitario, por eso no tenía ni familiares ni amigos, tenía la cara triste y angustiada, no quería que nadie fuera feliz, por eso... Cuando escuchó la risa de los niños y el canto de los pájaros, se enfureció de tal manera que grito muy fuerte y fue corriendo en busca de ellos.

Rápidamente, tocó con su varita mágica al árbol, y este, después de varios minutos, empezó a dejar caer sus hojas y luego a perder su color verde pino. Lo mismo hizo con las flores, el césped, los animales y los niños. Después de hacer su gran y terrible maldad, se fue riendo, y mientras lo hacía repetía:
- ¡Nadie tendrá vida mientras yo viva!

Pasaron varios años desde que nadie pisaba ese oscuro y espantoso lugar, hasta que una paloma llegó volando y cantando alegremente, pero se asombró muchísimo al ver ese bosque, que alguna vez había sido hermoso, lleno de niños que iban y venían, convertido en un espeluznante bosque.

- ¿Qué pasó aquí?... Todos perdieron su color y movimiento... Está muy tenebroso ¡Cómo si fuera de noche!... Tengo que hacer algo para que éste bosque vuelva a hacer el de antes, con su color, brillo y vida... A ver, ¿Qué puedo hacer? y después de meditar un rato dijo: ¡Ya sé!

La paloma se posó en la rama seca de un árbol, que como por arte de magia, empezó a recobrar su color natural y a moverse muy lentamente. Después se apoyó en el lomo del conejo y empezaron a levantarse sus suaves orejas y, poco a poco, pudo notarse su brillante color gris claro. Y así fue como a todos los habitantes del bosque les fue devolviendo la vida.

Los chicos volvieron a jugar y a reír otra vez, ellos junto a los animalitos le dieron las gracias a la paloma, pues, fue por ella que volvieron a la vida. La palomita, estaba muy feliz y se fue cantando.
¡Y vino el viento y se llevó al brujo y al cuento!

Propuestas de actividades:

1 Hacer un dibujo del cuento.
2 Distinguir en el cuento los elementos reales de los fantásticos.
3 Valorar el comportamiento del brujo.
4 Elaborar preguntas para realizar al brujo.
5 Dibujar distintas escenas del cuento, colorearlas y luego colocarlas en orden según el cuento.
6 ¿Qué harías tú si tuvieras un hermoso jardín?
7 ¿Qué harías si, por un sólo día,fueras un brujo bueno?


Fuente: pequelandia
Belén Figueroa

miércoles, 7 de octubre de 2009

"CARTA DE UN HIJO A TODOS LOS PADRES DEL MUNDO"

Buscando por internet, he encontrado esta carta que resume muy bien las pautas a seguir para la educación de nuestros hijos/as y alumnos/as. Creo que todos deberíamos reflexionar sobre ella.


No me grites. Te respeto menos cuando lo haces. Y me enseñas a gritar a mí también y yo no quiero hacerlo.

Trátame con amabilidad y cordialidad igual que a tus amigos. Que seamos familia, no significa que no podamos ser amigos.

Si hago algo malo, no me preguntes por qué lo hice. A veces, ni yo mismo lo sé.

No digas mentiras delante de mí, ni me pidas que las diga por ti (aunque sea para sacarte de un apuro). Haces que pierda la fe en lo que dices y me siento mal.

Cuando te equivoques en algo, admítelo. Mejorará mi opinión de ti y me enseñarás a admitir también mis errores.

No me compares con nadie, especialmente con mis hermanos. Si me haces parecer mejor que los demás, alguien va a sufrir (y si me haces parecer peor, seré yo quién sufra).

Déjame valerme por mí mismo. Si tú lo haces todo por mí, yo no podré aprender.

No me des siempre órdenes. Si en vez de ordenarme hacer algo, me lo pidieras, lo haría más rápido y más a gusto.

No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer. Decide y mantén esa posición.

Cumple las promesas, buenas o malas. Si me prometes un premio, dámelo, pero también si es un castigo.

Trata de comprenderme y ayudarme. Cuando te cuente un problema no me digas: "eso no tiene importancia..." porque para mí sí la tiene.

No me digas que haga algo que tú no haces. Yo aprenderé y haré siempre lo que tú hagas, aunque no me lo digas. Pero nunca haré lo que tú digas y no hagas.

No me des todo lo que te pido. A veces, sólo pido para ver cuánto puedo recibir.

Quiéreme y dímelo. A mí me gusta oírtelo decir, aunque tú no creas necesario decírmelo.

Belén Figueroa