¡Nos gusta mojarnos!

Los días de piscina son días especiales. No es como el resto de días en los que llegamos al cole y nos tenemos que poner el babi y sentarnos en nuestro sitio... ¡no! El día de piscina, todos llegamos muy contentos y ansiosos por darnos ese chapuzón.

Cuando vamos a “Pisci”, Sandra y Lorena nos dicen que tenemos que hacer la fila fenomenal porque ¡nos vamos al otro pabellón! Así que siempre demostramos ser los mejores en cuanto a trenes se trata. Cuando llegamos allí, todos sabemos lo que hay que hacer... ¡Está chupado! Cada uno busca un sitio en el vestuario, nos quitamos la ropa y la metemos en la mochila; sacamos nuestras toallas y pedimos ayuda a las profes para que nos pongan los escarpines, el gorro y, a veces, ¡hasta las gafas de bucear! Una vez estamos listos, pasamos a la piscina donde nos esperan nuestros monitores: Susana, Alfonso y Luis; así que, impacientes, dejamos la toalla en el banco y nos vamos cada uno con nuestro profe: ¡al agua, patos!

En el agua experimentamos cada día una aventura nueva. Normalmente estamos en la piscina de pequeños pero también hay días en los que nos bañamos en la de los mayores, ¡y nos encanta! Desde su bordillo nos enseñan a tirarnos al agua solos. En la piscina pequeña jugamos con muchas cosas: churros, aros, tablas... Pero lo que más nos gusta es flotar: ¡estamos aprendiendo a hacerlo solos! ¡Qué sensación!

Cuando el tiempo en el agua se nos acaba, viene una parte un poco complicada... aunque, la verdad, lo hacemos fenomenal. De vuelta en el vestuario: es hora de vestirse. Cada uno va a su mochila y empezamos a secarnos, a quitarnos el bañador y a coger nuestra ropita limpia. Nos ha costado un poco pero ya podemos decir ¡SOMOS UNOS CAMPEONES! Nos vestimos solos y casi no necesitamos ayuda (vale, quizá me ponga algún calcetín al revés mamá, o a lo mejor llevo el pantalón con el dibujo para atrás papi, pero ¡no pasa nada! Porque estamos aprendiendo y nos gusta hacerlo solitos).

Una vez estamos vestidos y con el pelo bien sequito, es hora de volver a clase y reponer fuerzas con un buen desayuno.

¡Cómo molan los días de pisci!

Sandra Alguacil

Tutora de 3 años C