La familia Reyero Carmona estuvo con nosotros durante el primer trimestre. Ya en cortos periodos durante los dos cursos anteriores también han estado en nuestro colegio. Por motivos de trabajo y porque es allí dónde viven, regresaron a Namibia. Pero durante tres meses tuvimos la oportunidad de conocer a unas personas encantadoras, los papás, los niños y los abuelos que viven muy cerca del colegio.
Además, gracias a Clara y Miguel, hoy todos sabemos dónde está Namibia, cuál es su bandera, los animales que allí habitan o su forma de vida. Con todo ello hemos creado un centro de interés que nos ha permitido adquirir unos conocimientos que, en Educación Infantil, podríamos incluir en el Área del Conocimiento del Medio Físico y Social. Hemos trabajado la Educación Artística y Plástica realizando las banderas de España y Namibia o haciendo dibujos para regalarles, fomentando también la creatividad de los niños.
Aprendimos la importancia del trabajo en equipo al participar todos en la creación de carteles y murales de “Bienvenida”. El lunes por la tarde, todos estábamos un poco nerviosos con los preparativos. Realizamos dibujos, colocamos carteles y globos, recordamos lo lejos que está Namibia y fomentamos la empatía al hacerles comprender lo cansados que estarían después de un viaje tan largo.
Por fin, llegó el martes y, según iban entrando los niños, todos me recordaban:”Belén, hoy vienen Clara y Miguel”. Pero se hicieron esperar y todos estaban impacientes:” ¿Cuándo vienen?”, “¿Y si no vienen?”. Hasta que, desde la ventana les vimos llegar. No os podéis imaginar la algarabía y los gritos de alegría que en ese momento se escucharon en nuestra clase. Miguel entró con más vergüenza que ganas y , ¡pobrecillo!, todos se le echaron encima a la vez, querían tocarle, abrazarle, contarle, preguntarle…¡Tuvo que hacer uso de una paciencia infinita!.
Una vez serenada la emoción del primer momento le enseñamos sus fotos en la clase, recordamos los nombres de sus compañeros y visitamos las dependencias del colegio con el fin de que fuese tomando conciencia de dónde estaba y se fuese sintiendo más seguro y relajado.
Fue una jornada llena de emociones en la que los niños, una vez más, nos han demostrado su sinceridad y alegría.
Yo también he aprendido mucho con esta experiencia. ¡Gracias y bienvenidos a vuestro “cole” de España!
Belén